Oración del Diezmo

Recibe Señor, mi ofrenda. No es una limosna, porque no eres mendigo. No es un aporte, porque no lo necesitas. No es el resto que me sobra que te ofrezco.

Este monto representa, Señor, mi reconocimiento, mi amor.
Pues si lo tengo es porque tú me lo diste. Amén

Reflexiones

Reflexiones

Friday, March 7, 2008

Carta del Padre Tomas

Marzo 8-2008
Querida Familia de Descubriendo el Siglo XXI



Para todos nuestro saludo y nuestro deseo de alegría y esperanza.

Ha pasado largo tiempo desde que no nos comunicamos. A lo largo de estos últimos meses hemos vivido alegrías y esperanzas, penas y tristezas. Y me comunico con ustedes para compartir con una alegría y una pena.

La alegría es que nuestro querido padre Carlos ya está de nuevo en su parroquia. Después de casi cinco meses ya empieza a salir de la penumbra y a caminar poco a poco. Salió hace cinco semanas del centro de recuperación y a los pocos días se trasladó a su tierra natal, a Uruguay. Allí, con el calor y el cariño de los suyos, ha podido avanzar grandemente en su sanación. Y desde el jueves 6 de marzo ya está de nuevo en la parroquia integrándose en el trabajo y la rutina parroquial poco a poco. Su accidente, y consiguiente recuperación, es una muestra de la Providencia de Dios y de la brevedad de la vida. Cómo puede cambiarnos la vida en unos segundos y, cómo, gracias a la Providencia, a la oración de todos, el padre Carlos López-Acosta ha podido recuperarse en un tiempo record. Es cierto que aún no está totalmente curado, pero podríamos afirmar que lo está en cerca de un ochenta por ciento. Los doctores nos aseguraban que se necesitarían al menos 9 meses para que se pudiera evaluar su estado. A los 5 meses ya anda “dando candela”

La pena es que nuestro querido Padre Manuel Rojas está postrado en una cama de hospital. Hace diez días sufrió un derrame cerebral. Se le pudo atender a tiempo y poco a poco va recuperándose. El último informe de los doctores nos indica que puede mover el lado derecho de su cuerpo y abrir los ojos. Aún no puede hablar. Sabemos que tiene un equipo médico muy bueno atendiéndole, pero le vamos a poner el mismo que atendió y sacó del hospital al padre Carlos. Y ese equipo médico está formado por todos nosotros. Con nuestra oración, nuestra insistencia ante el Señor por el Padre Carlos pudimos sacarlo del hospital y ponerlo de nuevo sobre sus pies y mirar de frente la vida. La recuperación del padre Carlos nos anima a pedirles a todos ustedes a que se comprometan a rezar y rogar al Señor por nuestro querido Padre Manuel Rojas, un ejemplar sacerdote peruano siempre dispuesto a dar la mano, a estar junto al necesitado. Los feligreses de su parroquia en Staten Island pueden hablar y ser testigos de la entrega del querido padre Manuel. Pidamos al Señor de los Milagros, devoción querida y apoyada por el padre, que extienda su manto sanador sobre él. No podemos olvidarnos de San Martín de Porres, compueblano del padre Manuel, e insistirle para que cure a nuestro hermano sacerdote. Nuestro hermano, el padre Manuel Rojas, está enfermo. Todos hemos enfermado con él. Todos nos unimos en este momento en la oración.

Nada más por hoy. Les prometo que les tendré al tanto de cómo se desarrollan las cosas con nuestro querido padre Manuel Rojas. Sigamos unidos en la oración

Con cariño



Padre Tomás