Oración del Diezmo

Recibe Señor, mi ofrenda. No es una limosna, porque no eres mendigo. No es un aporte, porque no lo necesitas. No es el resto que me sobra que te ofrezco.

Este monto representa, Señor, mi reconocimiento, mi amor.
Pues si lo tengo es porque tú me lo diste. Amén

Reflexiones

Reflexiones

Friday, July 26, 2024

El Perdón


Si alguna vez en tu vida has odiado a alguien, 
justificada o injustificadamente, te invito a 
que pienses lo que esto significa.

Tú tienes un valioso tesoro que es tu tiempo, 
un recurso que minuto a minuto desaparece y
 que no es otra cosa que la oportunidad 
que todos tenemos de utilizarlo para 
descubrir nuestro verdadero ser.

¿Y sabes qué sucede cuando estás odiando a alguien?
Le estás regalando instantes preciosos de tu vida a quien dices no querer.

¡Qué contrasentido más grande!
Cada minuto que piensas en el daño que te hicieron, cada segundo que 
tu mente ocupa en pensar lo lastimado que quedaste, lo malo de la ofensa 
recibida, le estás obsequiando las joyas más valiosas que posees a 
quien más dices odiar.

¿Y qué tal si la ofensa recibida no es tal?
Si resulta que tú fuiste el causante de la reacción que ahora te duele.
¿Qué tal si estás equivocado?
Porque puede ser.

¿No lo crees así?

En una forma u otra, el responsable de cómo te sientas eres tú mismo: eres tú quien sufre cada momento desagradable que recuerdas, eres tú quien revive, como si fuera hoy, los incidentes que consideras más dañinos para tu persona, y al hacerlo eres ofendido nuevamente.


Cada vez que lo recuerdas tu adrenalina en el cuerpo se libera como si fuera hoy, lo que sucedió hace ya mucho tiempo.
Tu organismo se envenena y tu alma también.

Tal vez por eso puedas entender ahora que perdonar a los demás es perdonarnos a nosotros mismos.
La magia del perdón ocurre de adentro hacia afuera:
"Yo te perdono de todo corazón porque al perdonarte me perdono a mí mismo y libero para siempre mi ser de esos obstáculos que impiden mi crecimiento.

Yo te perdono, porque reconozco en ti una manifestación diferente, pero una misma esencia."


Descubriendo el Siglo 21
Discovering 21century
Fr Tomás Del Valle-Reyes
P. O. BOX 1170
New York, NY 10018
(212) 244 4778

Friday, July 19, 2024

Ayúdame Señor

Ayúdame Señor, a creer que detrás de las nubes está el Sol; 
que los desnudos árboles de otoño volverán a vestirse de hojas,
si tengo la paciencia de esperar.


Ayúdame Señor, a comprender que para alcanzar la cima de la montaña hay que atravesar el largo valle. Que la vela difunde su luz a base de consumirse poco a poco.

Ayúdame Amado Señor, a desprenderme de las pretendidas seguridades que no puedo tener y que me hacen tan inseguro; ayúdame a comprender que mis temores aumentan mi inquietud y mi impaciencia.

Ayúdame Señor, a aceptar mis limitaciones. Confío en ti como un niño que se siente seguro en brazos de su madre. Ayúdame a caminar por donde no puedo ver sabiendo que tú estás ahí conmigo.


Descubriendo el Siglo 21
Discovering 21century
Fr Tomás Del Valle-Reyes
P. O. BOX 1170
New York, NY 10018
(212) 244 4778






Friday, July 12, 2024

La Bolsa de Papas

Ese día, el maestro nos había pedido que lleváramos 
papas crudas y una bolsa de plástico.
Escogimos una papa por cada persona a la que guardábamos resentimiento, escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa.

Nos pidió que durante una semana lleváramos con nosotros a todos lados esa bolsa de papas en la mochila.
¡Algunas bolsas eran realmente pesadas!
Naturalmente la condición de las papas se iba deteriorando 
con el tiempo.

El fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento me 
mostró claramente el peso que cargaba a diario.
También aprendí como, mientras ponía mi 
atención en ella para no olvidarla, desatendía 
cosas que eran más importantes para mi.
Este ejercicio me hizo pensar sobre el 
precio que pagaba por no perdonar algo que ya había pasado y no podía cambiarse. 

Muchas veces pensamos que el perdón es un 
regalo para el otro sin darnos cuenta que los primeros 
beneficiados somos nosotros mismos.
Todos tenemos papas pudriéndose en nuestra "mochila"  
sentimental.
La falta de perdón es como un veneno que tomamos a 
diario a gotas pero que finalmente nos termina 
envenenando.


Muchas veces al primero que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron como hubieras querido.
El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo.
No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes.

Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó.

Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos 
negativos que nos causaron dolor o enojo.
El perdón se basa en la aceptación de lo 
que pasó.
EL PERDON ES UNA DECISION
NO UN SENTIMIENTO.
Cuando perdonamos
DIOS nos perdona…
"Aliviana tu carga y serás mas libre "


Padre Tomas Del Valle-Reyes
Descubriendo El Siglo 21
P. O. Box 1170
New York, NY 10018
212-244-4778