Un compañero de mi padre, Bernie, era un próspero mayorista de
fruta y verduras que tenía un depósito en St. Paul.
Todos los veranos, cuando llegaban las primeras sandías,
Bernie nos llamaba.
Papá y yo íbamos al depósito de Bernie
y tomábamos posiciones. Nos sentábamos en el borde
del muelle, con los pies colgando, y nos
inclinábamos, minimizando el volumen del jugo que
estábamos a punto de derramarnos encima.
Bernie traía su machete, abría nuestra primera sandía, nos
alcanzaba a ambos un gran pedazo y se sentaba
junto a nosotros.
Entonces enterrábamos la cara en la sandía,
comíamos sólo el corazón - la parte más roja -,
jugosa, firme, libre de semillas y perfecta - y
tirábamos el resto.
Bernie era lo que mi padre consideraba un hombre rico.
Siempre pensé que se debía a que era un hombre
de negocios de mucho éxito.
Años después, me di cuenta de que aquello que mi padre admiraba en la
riqueza de Bernie era menos la sustancia que su aplicación.
El sabía cuándo dejar de trabajar, reunirse con amigos y comer sólo el corazón de la sandía.
Lo que aprendí de Bernie es que ser rico es un estado de ánimo.
Algunos de nosotros, al margen de cuánto dinero tengamos, "nunca" seremos lo bastante libres como para comer SÓLO EL CORAZÓN DE LA SANDÍA.
Otros son ricos sin tener más que un cheque de
sueldo por delante.
Si uno no se toma el tiempo para dejar que los pies cuelguen sobre
el muelle y disfrutar de los pequeños placeres,
su carrera probablemente será abrumadora.
Durante muchos años, me olvidé de esa lección que aprendí de chico
en el muelle de carga.
Estaba demasiado ocupado haciendo todo el dinero que podía.
Afortunadamente, la volví a aprender.
Hoy tengo tiempo para alegrarme con los éxitos de los demás
y para disfrutar de cada día.
ESE ES EL CORAZÓN DE LA SANDÍA.
He aprendido a arrojar el resto.
¡ Por fin soy rico !
2 comments:
Querido Padre:
No siempre logro tiempo para contestar a sus benditos mensajes de filosofía, amor y caridad, pero siempre aplaudo entusiasta, la labor que está llevando a cabo por internet, y quiero que sepa, que aunque no puedo, por ahora,ayudarle económicamente, estoy a su disposición para otras cosas, como por ejemplo, difundir sus mensajes,etc.
Saludos.
Navegando por páginas católicas he llegado a este blog.
Les dejo mi pagina para que la visiten y si hacen el favor me pongan un enlace en la de ustedes:
http://www.isladesentimientos.es/
Gracias por adelantado.
Blanca
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