Oración del Diezmo

Recibe Señor, mi ofrenda. No es una limosna, porque no eres mendigo. No es un aporte, porque no lo necesitas. No es el resto que me sobra que te ofrezco.

Este monto representa, Señor, mi reconocimiento, mi amor.
Pues si lo tengo es porque tú me lo diste. Amén

Reflexiones

Reflexiones

Thursday, October 23, 2008

Monday, May 26, 2008

Fotos Fiesta Siglo XXI Mayo 24-2008

Pictures from our Party May 24, 2008...more will be added.

Sunday, May 4, 2008

GRACIAS POR SUS ORACIONES

CARTA DEL PADRE TOMAS

Querida Familia de Descubriendo el Siglo XXI


Para todos ustedes mi saludo y mi deseo grande de paz, alegría y esperanza.
En primer lugar mi agradecimiento más sincero para todos. Realmente me han emocionado y me han mostrado lo que siempre he creído, que detrás de cada dirección de email, detrás de cada carta, detrás de cada llamada telefónica, había un ser humano, un hermano, con el que hemos compartido en los últimos años alegrías y esperanzas, penas y tristezas. Muchas veces esas penas y tristezas eran las suyas. Ahora yo comparto con ustedes mi pena y mi tristeza. Y cientos de ustedes se han unido a nuestro dolor, a nuestra pena, el mío y el de mis familiares, en estos momentos en que la vida de mi madre está apagándose poco a poco.

Me encontré con ella el miércoles pasado. Enseguida me reconoció y, por supuesto, se alegró inmensamente. De acuerdo a los doctores ha entrado en un proceso de senilidad donde a veces recuerda las cosas presentes, pero sobre todo las pasadas. Según ellos, está sufriendo una serie de pequeños infartos cerebrales, los cuales le causan unos terribles dolores de cabeza. En los próximos días le harán una resonancia magnética del cerebro para calibrar los daños sufridos y tan solo nos queda esperar lo que Dios quiera para ella. Es cuestión de tiempo en que uno de esos infartos sea demasiado fuerte y se vaya de entre nosotros.

Hoy, primer domingo de mayo, se celebra en España el Día de las Madres. Voy a tener el privilegio de poder compartir con ella este día tan especial. Quizás sea el último, o quizás aún permanezca muchos más años entre nosotros. Tan solo Dios sabe y a El nos encomendamos.
Estamos conscientes de que su vida se va apagando poco a poco, y lo que deseamos para ella es que sea de una forma serena y tranquila. Ha luchado y sufrido mucho en la vida y deseamos que sus últimos días, que tan solo el Señor sabe su número, sean tranquilos y sin dolor alguno.

Hablando con ella los otros días me decía que se le iba acabando el tiempo, y que desearía tenerme junto a ella, pero que estaba consciente que ustedes me necesitaban, que mi vida ha sido servirle a Dios con ustedes y en ustedes. Con la misma generosidad que me vio partir de casa hace muchos años, me dice en estos días cercanos a su final, que siga adelante con mi vida y mi servicio a los demás.

En estos momentos difíciles de mi vida y de la vida de mi madre y mi familia, puedo compartir con ustedes que me siento orgulloso y le doy gracias a Dios por los padres que me dio. Si hoy todos ustedes pueden contar conmigo, se lo deben a la generosidad, la alegría y la fe de mis padres, que me enseñaron a servir, a rezar, a compartir, a dar la mano a los demás, a ser compañero de camino de tristezas y alegrías, de penas y esperanzas. Lo que soy y les he dado ellos me lo enseñaron. En estos momentos en que mi madre ve como se le acaba el tiempo, como ella misma me dijo, le doy gracias a Dios por ella, por mi padre, por los míos. Y ciertamente les ruego una oración doble. Una de acción de gracias porque me hizo nacer donde nací. Otra por mi madre, mis hermanas, mi familia toda, para que cuando el Señor decida llevarse a mi madre junto a mi padre, podamos estar unidos y sanarnos de tanto dolor y pena como sufrimos.

Y nada más por hoy. De nuevo gracias a todos ustedes que han compartido nuestras penas conmigo y con mi familia. Cuando celebre hoy la Santa Misa, tengan por seguro que estarán muy presentes en ella.

Con cariño y respeto

Padre Tomás

Tuesday, April 22, 2008

Carta del Padre Tomas 4-23-08

Querida familia de Descubriendo el Siglo XXI

Antes de nada, mi saludo y mi cariño más sincero para todos y cada uno de ustedes. Aún cuando no nos conocemos personalmente, sin embargo hemos formado una familia "virtual" O si lo prefieren, estamos haciendo realidad esa cosa tan complicada que los teólogos llaman la “Comunión de los Santos”, o sea, dicho en palabras que todos comprendemos, la comunidad de los hermanos que creen, esperan y trabajan por un mundo lleno de esperanza, alegría y amor. Las mismas que nos trae Cristo Resucitado

Aún estamos en la resaca que nos dejó la visita de Benedicto XVI. Han sido unas jornadas llenas de amor, respeto, energía y ánimo para seguir adelante. Ha hecho realidad la petición del Señor Resucitado a Pedro: “apacienta mis ovejas, conforta a mis hermanos” Pedro ha estado entre nosotros animándonos y sanándonos.

Permítanme ahora hacerles una petición muy personal.

Muchas veces han recibido nuestros correos pidiendo una cadena de oración por alguien enfermo, solo, desesperado. Ahora me permito pedirles una oración por una persona que está llegando al final del camino de la vida. Tuvo que luchar duramente en la vida. Sufrió los terribles horrores de la guerra civil española y, lo peor como ella comentaba, la postguerra. Fueron años difíciles, llenos de dolor y tristeza. Finalmente pudo formar una familia. Venía de una grande y grande fue la que formó. Tuvo nueve hijos de los cuales sobrevivieron siete. Seis mujeres y un varón. Con generosidad se desprendió de su hijo para que sirviera al Señor. Cuando empezaba a disfrutar de la vida, su esposo muere repentinamente. Aún quedaban cuatro hijas en la casa. Luchó con y por ellas para que siguieran adelante. Se quedó sola cuando todos fueron dejando el nido materno. Pero siempre hubo una sonrisa, un calor, un favor hecho. Junto a ella aprendimos la sabiduría de la vida. Nunca le tuvo miedo a la vida. Ahora es como una velita que se va apagando. Va perdiendo la memoria. El doctor les ha dicho a sus hijas que le están dando pequeños derrames cerebrales que le hacen perder sentido a la vida. Está esperando que su hijo esté cerca y se pasa preguntando por él y cuándo llega.

Les ruego una oración. Una oración para que el Señor la ayude acompañe en estos momentos próximos al final de una larga vida. Una oración por sus hijos para que puedan serenamente aceptar la voluntad de Dios y reconozcan la herencia que les han dejado tanto su padre como ella ahora. Esta mujer es mi madre. Por favor, recen por ella



P Tomás

Friday, March 7, 2008

Carta del Padre Tomas

Marzo 8-2008
Querida Familia de Descubriendo el Siglo XXI



Para todos nuestro saludo y nuestro deseo de alegría y esperanza.

Ha pasado largo tiempo desde que no nos comunicamos. A lo largo de estos últimos meses hemos vivido alegrías y esperanzas, penas y tristezas. Y me comunico con ustedes para compartir con una alegría y una pena.

La alegría es que nuestro querido padre Carlos ya está de nuevo en su parroquia. Después de casi cinco meses ya empieza a salir de la penumbra y a caminar poco a poco. Salió hace cinco semanas del centro de recuperación y a los pocos días se trasladó a su tierra natal, a Uruguay. Allí, con el calor y el cariño de los suyos, ha podido avanzar grandemente en su sanación. Y desde el jueves 6 de marzo ya está de nuevo en la parroquia integrándose en el trabajo y la rutina parroquial poco a poco. Su accidente, y consiguiente recuperación, es una muestra de la Providencia de Dios y de la brevedad de la vida. Cómo puede cambiarnos la vida en unos segundos y, cómo, gracias a la Providencia, a la oración de todos, el padre Carlos López-Acosta ha podido recuperarse en un tiempo record. Es cierto que aún no está totalmente curado, pero podríamos afirmar que lo está en cerca de un ochenta por ciento. Los doctores nos aseguraban que se necesitarían al menos 9 meses para que se pudiera evaluar su estado. A los 5 meses ya anda “dando candela”

La pena es que nuestro querido Padre Manuel Rojas está postrado en una cama de hospital. Hace diez días sufrió un derrame cerebral. Se le pudo atender a tiempo y poco a poco va recuperándose. El último informe de los doctores nos indica que puede mover el lado derecho de su cuerpo y abrir los ojos. Aún no puede hablar. Sabemos que tiene un equipo médico muy bueno atendiéndole, pero le vamos a poner el mismo que atendió y sacó del hospital al padre Carlos. Y ese equipo médico está formado por todos nosotros. Con nuestra oración, nuestra insistencia ante el Señor por el Padre Carlos pudimos sacarlo del hospital y ponerlo de nuevo sobre sus pies y mirar de frente la vida. La recuperación del padre Carlos nos anima a pedirles a todos ustedes a que se comprometan a rezar y rogar al Señor por nuestro querido Padre Manuel Rojas, un ejemplar sacerdote peruano siempre dispuesto a dar la mano, a estar junto al necesitado. Los feligreses de su parroquia en Staten Island pueden hablar y ser testigos de la entrega del querido padre Manuel. Pidamos al Señor de los Milagros, devoción querida y apoyada por el padre, que extienda su manto sanador sobre él. No podemos olvidarnos de San Martín de Porres, compueblano del padre Manuel, e insistirle para que cure a nuestro hermano sacerdote. Nuestro hermano, el padre Manuel Rojas, está enfermo. Todos hemos enfermado con él. Todos nos unimos en este momento en la oración.

Nada más por hoy. Les prometo que les tendré al tanto de cómo se desarrollan las cosas con nuestro querido padre Manuel Rojas. Sigamos unidos en la oración

Con cariño



Padre Tomás