Oración del Diezmo

Recibe Señor, mi ofrenda. No es una limosna, porque no eres mendigo. No es un aporte, porque no lo necesitas. No es el resto que me sobra que te ofrezco.

Este monto representa, Señor, mi reconocimiento, mi amor.
Pues si lo tengo es porque tú me lo diste. Amén

Reflexiones

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Friday, April 30, 2021

EL PROBLEMA

El Gran Maestro y el Guardián se dividían la administración de un monasterio Zen.
Cierto día, el Guardián murió, y fue preciso sustituirlo.
El Gran Maestro reunió a todos los discípulos para escoger quién 
tendría la honra de trabajar directamente a su lado.
Voy a presentarles un problema -dijo el Gran Maestro-
  y aquél que lo resuelva primero, será el nuevo guardián del Templo.
Terminado su corto discurso, colocó un banquito en el centro de la sala.
Encima estaba un florero de porcelana carísimo, con una rosa roja que lo decoraba.
Éste es el problema -dice el Gran Maestro -resuélvanlo-.
Los discípulos contemplaron perplejos el "problema", por lo que veían los diseños sofisticados y
raros de la porcelana, la frescuray la elegancia de la flor.
¿Qué representaba aquello? ¿Qué hacer?¿Cuál sería el enigma?.
Pasó el tiempo sin que nadie atinase a hacer nada salvo contemplar
el "problema", hasta que uno de los discípulos se levantó,
 miró al maestro y a los alumnos, caminó resueltamente hasta 
el florero y lo tiró al suelo, destruyéndolo.
¡Al fin alguien que lo hizo! -exclamó el Gran Maestro-. 
Empezaba adudar de la formación que les hemos dado en todos estos años...usted es el nuevo guardián.
Al volver a su lugar el alumno, el Gran Maestro explicó:
Yo fui bien claro: dije que ustedes estaban delante de un "problema".
No importa cuán bello y fascinante sea un problema, tiene que ser eliminado.
Un problema es un problema; puede ser un florero de 
porcelana muy caro, un lindo amor que ya no tiene sentido,
 un camino que precisa ser abandonado, 
por más que insistimos en recorrerlo porque nos trae comodidad...
"Solo existe una manera de lidiar con un problema: ¡atacándolo defrente!"
En estas horas, no se puede tener piedad, ni ser tentado por el lado 
fascinante que cualquier conflicto acarrea consigo. 
Recuerda que un problema, siempre es un problema
No tiene caso tratar de "acomodarlo" y darle vueltas, si 
al fin y al cabo ya no es otra cosa más que...
"UN PROBLEMA".
Déjalo, hazlo a un lado y continúa tu misión. 
No huyas de él... No lo escondas...¡Acaba con él!.

Descubriendo el Siglo 21
Discovering 21century
Fr Tomás Del Valle-Reyes
P. O. BOX 1170
New York, NY 10018
(212) 244 4778

1 comment:

Unknown said...

Mi comentario será breve, sólo es realidad es una pregunta ¿y si el problema es la persona que nos necesita pero que nos da dolor y no conseguimos que cambie?
No podemos eliminarla como al florero...¿tan solo nos queda la oración?
Muchas gracias, de todo corazón.