Carta de mi Padre:

QUERIDO HIJO:
Mientras vivas en esta
casa obedecerás las reglas que tenemos en ella. 
Cuando tengas tu propia casa espero que tengas la suficiente madurez para crear tus propias reglas de responsabilidad. 
Aquí no gobierna la democracia, no hice campaña electoral para ser tu padre, tú no votaste por mí. 
Somos padre e hijo por la gracia de Dios, y yo acepto respetuosamente el privilegio y la enorme responsabilidad. 
Al aceptarla adquiero la obligación de desempeñar el "papel de padre"; por eso no debo llamarte 'papito', para no confundir nuestras funciones. 
No soy tu compañero de juego, nuestras edades son muy diferentes. 
Podemos compartir muchas cosas pero no somos de la misma 'generación'. 
Soy tu padre ¡Y eso es cien veces más que un amigo!
Sí. . . también soy tu amigo, pero estamos en niveles completamente distintos, es decir, no voy a dejar de corregirte por temor de perder tu amistad.
En esta casa harás lo que tu madre y yo "sugiramos" y aunque puedes cuestionar nuestras decisiones, lo que se te diga estará por encima de tus deseos porque todo lo que ordenemos estará motivado por amor hacia ti.
De malas tú, que te tocó unos padres responsables. 
Te será difícil comprenderlo hasta que tengas un hijo, mientras tanto confía en mí... quien más te ama…..
Tu Padre

Descubriendo el Siglo 21

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Fr Tomás Del Valle-Reyes

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